Por fin está aquí Septiembre, ese mes de transición que tan bien sabe sosegarme tras un verano tan caluroso como éste . Él me acompañará de la mano para entrar en mi estación favorita.
Tengo muchas ganas que sea otoño, ganas de que refresque, que llueva o lo intente. Tengo ganas que el mar huela, a eso, a mar y no a potingues de coco o zanahoria. Ya es tiempo de dar paseos en silencio por su orilla sin más sonido que el de las olas.
Quiero guardar el dichoso abanico, sacarlo definitivamente del bolso y cambiarlo por alguno de mis muchos fulares. Volver a comer jínjoles, que me encantan. Quiero poder caminar por la calle sin tener que, cada vez que salgo, buscar la acera donde hace sombra. También me apetece un montón retomar las clases y conocer gente nueva.
Quiero taparme de madrugada y sentir el frío de la sabana sobre mi piel.
Tengo ganas ya que vuelva el otoño
y con él, tú también.