28 marzo 2013

Ver, oír y callar




No es raro encontrarte en la vida con personas a las que se le das bien, muy bien diría yo, hacer de menos a los demás.  Piensan que te las pueden dar con queso siempre que quieran, que no te vas a enterar de nada. Como si fueses un palurdo que no ves las cosas ni aún teniéndolas delante de tus narices.

Son esas a las que no les cuesta nada hacerte sentir mal, menospreciando y poniendo en duda tu inteligencia, tu  ingenio, pensando que eres corto de entendederas cuando no contestas a lo que te dicen, que no las pillas al vuelo dicen, o eso creen ellas. 

Y no se dan cuenta, ellas tan listas que son, que a veces uno se da cuenta todo, lo entiende todo y no se le escapa nada, incluso lo que no puede ver.
No saben que quizá uno no dice nada y hace como que no se entera , por educación o por prudencia, o por no hacerles sentir a ellas que son demasiado sencillas, torpes o tontas, .

No saben que... ni el listo es tan listo, ni el tonto es tan tonto.

Que muchas veces una muestra de inteligencia mayor es... ver, oír y callar.



5 comentarios:

  1. La gente que infravalora a los demas suele acabar equivocandose...y encimas se les queda cara de tontos
    Si alguien te infravalora a ti, entonces seguro que es tonto :)
    Besines

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  2. Qué razón llevas, a veces es mejor callar porque si hablas.....

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  3. Normalmente la gente inteligente actúa como tu dices, se callan. Los estúpidos son los que, encima de serlo, piensan que lo saben todo.
    Yo actuó como tu dices, me callo siempre, pero últimamente estoy pensando en no callar y decirles a los ojos las estupideces que sueltan por sus bocas.
    Es que hoy no me reconozco, estoy que me salgoooooo!! ;)

    Besos Ababol, encantado de estar de nuevo aquí.

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  4. Ver, oir y callar. Me persigue toda la vida.
    Recuerdo que cuando era pequeño, muy pequeño, pequeñísimo, había en casa unas figuras de tres monos. Era de color marrón oscuro o negra. Los tres monos estaban sentados uno al lado de otro y con un gesto como la imagen que acompañas a la entrada. y en la parte inferior de cada mono la palabra de lo que representaba. La veía todos los días durate muuuuuchos años porque estaba en un lugar preferente del aparador de la sala.
    Además mi abuela, siempre que yo abría la boca, me decía: "Cuando hablan los mayores, los niños se cayan" y cuando notaban que yo estaba atento a sus conversaciones (que yo no entendía ni torta)me decía: tú, ver, oir y callar. Creo que nunca he querido a nadie tanto como a mi abuela. Todavía tengo vivo su recuerdo afortunadamente.
    Ahora se lo inteligente que fue el césar Claudio, viendo, oyendo y callando.
    Un beso

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  5. Normalmente el hablar mucho es sinónimo de no pensar nada. Aunque a veces hay que decir las cosas. Me gusta tu blog. Te sigo y lo añado a mi lista.

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