10 mayo 2020

Sentencia






A partir de hoy voy a ser la puta Reina de Corazones. 

No, no voy a ser condescendiente nunca más. Se acabó lo de estar siempre cuando y para lo que el otro considere. No para que recurran a mí sólo cuando lo necesiten. No, se acabó.

Al que me haga enfadar, al que me subestime o crea que puede jugar conmigo...

¡¡¡Que le corten la cabeza!!!

Q 

10 abril 2020

Saudade










                                                    Siempre me acuerdo de la
                                                     primera vez que le vi.


                                                                                             Casualmente, de la última
                                                                                              también.

01 abril 2020

Divagando







No sé la razón, o sí. No entiendo ciertas cosas, o sí. Ni entiendo ciertos comportamientos, o también... En fin... yo qué sé. Ni siquiera sé si me importa, o ya no... bah! 






05 febrero 2020

La presa

   





Él se acercaba más y más, despacio, con sigilo y sin dejar de observarla...
 y ella, siguiendo sus pasos de soslayo, le susurra:

"No te pases de la raya, o no respondo"





25 enero 2020

Insignificante ( esto no es lo que parece )








No importa cuan personal e intransferible sea mi "yo" ni los detalles que lo adornan. En numerosas ocasiones me he sentido insignificante. Cuando mis esfuerzos no han conseguido mover una roca, ni mis opiniones cambiar una idea. Cuando miro hacia arriba, hacia la bóveda estrellada llena de mundos a millones de años luz.
Insignificante.
Una, sólo una entre los 7.759.923.480  de habitantes del planeta. Sí, lo he mirado.
Un número más, una estadística...sin destacar entre la multitud...
Pero cuando más insignificante me siento, insignificante de verdad, frustrada y rabiosa, es cuando la luz de algún baño se enciende al detectar a una persona y para que me detecte a mí tenga que entrar levantando los brazos....


 Lo juro, es el último día que salgo sin tacones.



31 diciembre 2019

Bye bye!


                                                 





No, no creas que te voy a extrañar. No, no te voy a echar de menos, ni siquiera voy a pensar en ti. No me has hecho bien, me has dolido mucho, y te he sufrido en lo más hondo, lo sabes. Menos mal que... que todo pasa. Menos mal.
Te vas y no voy a girar mi cabeza para ver como te pierdo de vista. Ni siquiera eso haré.
Te pienso olvidar como a un mal sueño, de eso puedes estar seguro. 

Sólo faltan unas pocas horas para que desaparezcas de mi vida por siempre jamás.

Adiós nefasto 2019, que te vaya bien!




28 diciembre 2019

Pour toi...






Eres el sinsentido que da sentido a mi vida.
Mi tiempo se detiene y vuela cuando estás conmigo.
Tú marcas la diferencia en mi día a día.
Todo se me olvida cuando estás cerca
y cuando desde tan lejos me rozan tus palabras.




16 diciembre 2018

Ayer



Sabes...

Yo también he sido una niña de fuera, una que soltaba la cartera nada más volver a casa desde la escuela, cogía una manzana golden y una rodaja de pain d'épices y se iba a la calle a jugar. 

Entonces no habíamos guapos ni feos, ni gordos ni flacos, ni altos ni bajos... ni había chicos y chicas , ni se discriminaba a nadie por ser diferente, antes no. No nos fijábamos en eso. Eramos todos iguales, todos críos, y  nos llevábamos bien. Eramos del barrio. Cuidado, eso era casi decir Familia.  

Y todos nos ayudábamos o nos defendíamos unos a los otros si algo pasaba. Ya podía estar haciendo un frío que pela... que cuando llevábamos un rato jugando, terminábamos haciendo una montaña de abrigos sobre aquél banco delante de la tienda de "Monsieur" Jean porque eso sí...el respeto a los mayores era una cosa sagrada. 

Compartíamos merienda, un bocado nada más!. Nos reíamos de cualquier cosa, todo era importante y nada.Y nos despedíamos con pena cuando a las 7 nos llamaban para cenar, aún sabiendo que nos veríamos en la puerta del cole por la mañana, aún sabiendo que volveríamos a quedar para jugar.

Eran tiempos felices.
Era apenas ayer.


11 diciembre 2018

Matices








Nunca espero grandes cosas de los demás, pero sí espero que lo que me den voluntariamente, sea de verdad. No busco la perfección en las personas,  ni me fío de quien se cree perfecto, entre otras cosas porque nadie lo somos. Huyo de vanidosos y egocéntricos, ni me impresionan, ni me atraen. 



A mí me gana una risa clara y espontanea, una llamada a tiempo cuando no es el tiempo. Me pierde un abrazo largo de esos que te estremecen el alma y hacen que sin darte cuenta terminen aflorando las lágrimas a los ojos sin saber porqué. Son esos abrazos que dan un calor especial, sabéis de lo que hablo.



Pequeñas cosas, detalles ínfimos, que hacen que me enamore o desenamore de una persona.