11 enero 2013

La noche de fin de...






Sólo habían pasado unos minutos de la medianoche.

Aprovechó el jaleo de los besos, las risas, el champán, para salir de aquél salón. Se dirigió hacia el rincón más oscuro de la terraza para acordarse de él. Tecleó rápidamente el mensaje, acercó el display del móvil a su boca y le dio un beso antes de darle a "enviar".

De repente, una voz la sorprendió...

- ¿Cariño, qué haces aquí fuera?, te estamos esperando todos para brindar.

- Me estaba ahogando ahí dentro- respondió sobresaltada pero sin dejar de sonreír.

- ¿Vamos?

- Sí sí, ya voy.

Guardó con disimulo el móvil y le siguió.

Bailó, bebió, rió, coqueteó, brindó con unos y con otros, todo perfectamente normal. Pero no dejaba de mirar en su bolso cada vez que tenía ocasión, quería asegurarse que no se le había pasado ninguna llamada o mensaje. Reía y se divertía, celebraba con todos, pero su mente ya no estaba allí desde hacía rato.

Conforme iban pasando los minutos, comenzó a darse cuenta, una vez más, de lo evidente.

Nada iba a ocurrir esa noche. Nada.

Unas horas más tarde, ya de madrugada, regresó a casa. Pasó directamente a su dormitorio, se quitó aquellas sandalias de vértigo, dejó caer el vestido encima de la cama y fue derecha hacia el baño.
Abrió el grifo de la ducha y mientras esperaba que saliera el agua caliente, empezó a desmaquillarse y la sonrisa que durante toda la noche había adornado su cara, comenzó a desdibujarse. Ya no tenía que aparentar más.
Se detuvo un momento y con un nudo en la garganta, acercó su rostro al espejo.

- Pero qué tonta eres, no aprendes... ¡Qué esperabas, eh! ... pues no, no ha sido así... entérate, no eres tan importante... al menos, no para él... ¡Estúpida romántica!

Se metió en la ducha buscando la complicidad del agua para que la cobijara y diluyera las lágrimas que resbalaban sin remisión por sus mejillas. Así estuvo un rato, pensando... en todo.

Más calmada ya y relajada, se dirigió a la habitación, se tiró en la cama, donde cayó rendida.

- Mañana todo estará bien, ya verás - Se dijo.

Respiró profundamente, cerró los ojos y se durmió.



6 comentarios:

  1. Tal vez aquel hombre no pudo responder por lo que sea, y buscó otros medios que ella no tenía. De todas formas es un desgarrador relato, muy típico de malos entendidos. Un beso

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  2. Quiero pensar que él estaba con una borrachera tal, que le impedía oír cualquier aviso de móvil. Ahí murió el mensaje de amor. Me da mucha pena por ella, eso duele, lo digo por experiencia, y no fue por borrachera, sino que yo le importaba un churro.
    Buen relato, un entrar el año que no se olvida nunca.
    Besos Aba.

    Disculpa por la tardanza, no he podido antes. :(

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  3. Pues yo creo que era un cabronazo y que la pobre protagonista efectivamente peco de ser excesivamente romantica....de todo se aprende cielo
    Besines

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  4. Pues yo me quedo con que él estaba con su mujer y su familia celebrando la entrada del nuevo año, esperando un momento para responder al mensaje de su amor, pero como su mujer se huele algo, no le deja ni a sol ni a sombra, intentado retener lo que ya se ha ido... Muchos besos.

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  5. Valgo un pastizal13/1/13, 13:19

    Venga ya no me jodas¡¡
    Al igual y el David tiene razon, pero me estraña. Si un tio quiere hacer algo, ni su mujer ni la madre que la pario lo va a parar, que yo soy tio y se lo que me digo. Si yo pudiera hablar con la piba le diria que pase del maromo ese. Que el tio ese pasa de ella hasta el culo y que no sea tan gilipollas que tios hay a patás y mejor que ese seguro.

    hasta otra

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  6. Anonymous27/4/13, 3:13

    Estoy seguro que el la quiere mas que a su vida

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